viernes, 12 de septiembre de 2014

- Rutina -


La rutina no es una consecuencia necesaria de lo 
acostumbrado y repetido, sino de lo que se vive sin 
apasionamiento; y los que aman viven apasionadamente 
lo repetido y acostumbrado. 

No se vence y supera la rutina cambiando de lugar o 
de actividad, sino cambiando la actitud ante la 
vida. 

La rutina no es un resultado necesario del tiempo 
que transcurre, sino de tu modo de vivir y de sentir 
lo que vives. ¡Los árboles viejos también florecen y 
tienen primaveras! 

La rutina no está en las cosas, sino en tu corazón. 

No es la rutina la que mata el amor en las parejas, 
sino la falta de amor la que hace rutinaria la 
convivencia. 

El árbol se desnuda en el otoño y se viste en 
primavera. Siempre lo mismo. ¡Siempre la vida! Y la 
vida nunca es rutinaria... 

Las personas rutinarias se aburren de todo. Los 
apasionados lo viven todo intensamente. 

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